Cada historia familiar tiene sus páginas faltantes. Una fecha de nacimiento sobre la que nadie está seguro. Un pariente que se fue de casa y nunca volvió a ser mencionado. Una fotografía descolorida sin nombres al reverso. Estas ausencias no son simples accidentes del tiempo: son pistas. Y, como en cualquier buen misterio, pueden conducir a descubrimientos que cambien la forma en que usted se ve a sí mismo y su lugar en la historia.